Me inicié en esto de la"costura" cuando veía a mi madre coser en casa. Yo siempre estaba dando la lata en la misma habitación que ella recogiendo trocitos que sobraban por el suelo, "robaba" agujas e hilo para ir uniendo esos trocitos unos a otros, cogía la Barbie de turno y le hacía un modelazo increíble. Problema!! como le cosía el vestido sobre el cuerpo, al principio nunca conseguía sacárselo sin tener que descoserlo.
Poco a poco lo que veía como problemas se fueron convirtiendo en retos, y progresivamente descubrí que esto no me ocurría con tejidos elásticos, si utilizaba gomas en las cinturas y todos esos secretillos que llegados a una cierta edad todos vemos como lógicos.
De cualquier manera, todavía guardo aquellos recuerdos en cajitas como si se tratasen de alta costura para mis muñecas, y cuando voy al trastero y los veo, me encanta fijarme en los detalles, y en la imaginación que por aquel entonces yo tenía.
En realidad, sin darme cuenta, siempre se me escapa una sonrisa.
Con los años, las barbies dejaron de interesar y los estudios ocupaban todo mi tiempo. Sin embargo, terminando el instituto, mi cabeza tenía una idea muy clara. Yo no quería ser ingeniero, arquitecto, economista o profesora. Lo que yo siempre quise es estudiar diseño de moda y gracias al apoyo de mi familia, (e indudablemente de mi madre, que fue el apoyo económico) he podido hacer lo que siempre quise y lo logré.
Ya antes de terminar los estudios, pude combinar el horario con un trabajo en una empresa de punto, y terminar los cursos de diseño, y además de patronaje, algo que considero imprescindible para poder realizar cualquier tipo de ocurrencia de las que a mi me pasan por la "azotea"
Después de hacer algún modelito para mi y alguna amiga, y participar en algún que otro concurso relacionado con el tema, mi madre decidió que necesitaba una máquina de coser y me regaló una. Una brother doméstica que me ha sido fiel hasta el final. No se ha roto no, pero la pobre iba a terminar quemándose con las cositas que hacía en ella, y además se me presentó una buena oportunidad.
El año pasado, y tras pocos profundos pensamientos, vino la hermana mayor. Fiel a la marca que por ahora no me ha dejado tirada, vino la máquina industrial (con una serie de ventajas que no considero necesarias explicar) que me facilitará y permitirá hacer las cosas más rápido y mejor.
En adelante, me gustaría enseñaros todo lo que se puede hacer con un buen trozo de piel, tela o lo que se tercie, porque uno de mis mayores defectos, es que soy muy cabezota, y como algo se me meta en la cabeza... tiene que ser y hasta que lo consigo no paro!!
Espero que os guste lo que hago.
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