miércoles, 27 de abril de 2011

OS PRESENTO A MI NUEVA COMPAÑERA

Me inicié en esto de la"costura" cuando veía a mi madre coser en casa. Yo siempre estaba dando la lata en la misma habitación que ella recogiendo trocitos que sobraban por el suelo,  "robaba" agujas e hilo para ir uniendo esos trocitos unos a otros, cogía la Barbie de turno y le hacía un modelazo increíble.  Problema!! como le cosía el vestido sobre el cuerpo, al principio nunca conseguía sacárselo sin tener que descoserlo.
Poco a poco  lo que veía como problemas se fueron convirtiendo en retos, y progresivamente descubrí que esto no me ocurría con tejidos elásticos, si utilizaba gomas en las cinturas y todos esos secretillos que llegados a una cierta edad  todos vemos como  lógicos.
De cualquier manera, todavía guardo aquellos recuerdos en cajitas como si se tratasen de alta costura para mis muñecas, y cuando voy al trastero y los veo, me encanta  fijarme en los detalles, y en la imaginación que por aquel entonces yo tenía.
En realidad, sin darme cuenta, siempre se me escapa una sonrisa.

Con los años, las barbies dejaron de interesar y los estudios ocupaban todo mi tiempo.  Sin  embargo, terminando el instituto, mi cabeza tenía una idea muy clara.  Yo no quería ser ingeniero, arquitecto, economista o profesora. Lo que yo siempre quise es estudiar diseño de moda y gracias al apoyo de mi familia,  (e indudablemente de mi madre, que fue el apoyo económico) he podido hacer lo que siempre quise y lo logré.
Ya antes de terminar los estudios, pude combinar el horario con un trabajo en una empresa de punto, y terminar los cursos de diseño, y además de patronaje, algo que considero imprescindible para poder realizar cualquier tipo de ocurrencia de las que a mi me pasan por la "azotea"

Después de hacer algún modelito para mi y alguna amiga, y  participar en algún que otro concurso relacionado con el tema, mi madre decidió que necesitaba una máquina de coser  y me regaló una.  Una brother doméstica que me ha sido fiel hasta el final. No se ha roto no, pero la pobre iba  a terminar quemándose con las cositas que hacía en ella, y además se me presentó una buena oportunidad.
El año pasado, y tras pocos profundos pensamientos, vino la hermana mayor. Fiel a la marca  que por ahora no me ha dejado tirada, vino la máquina industrial (con una serie de ventajas que no considero necesarias explicar)  que me facilitará  y permitirá hacer las cosas más rápido y mejor.

En adelante, me gustaría enseñaros todo lo que se puede hacer con un buen trozo de piel, tela o lo que se tercie, porque uno de mis mayores defectos, es que soy muy cabezota, y como algo se me meta en la cabeza... tiene que ser y hasta que lo consigo no paro!!

Espero que os guste lo que hago.

No hay comentarios:

Publicar un comentario