viernes, 29 de abril de 2011

...y ya me atreví con uno grande


Los neceseres y los bolsitos de mano quedaban muy monos, pero  resultaban poco  prácticos para el día a día.
Los trozos de piel que estaban a mi alcance no eran demasiado grandes, pero otra vez la imaginación tendría que intervenir y opté por una decisión de la que no me he arrepentido.
La parte trasera del bolso es una sola pieza, con un amplio bolsillo que lleva cenefa  a contraste. Para los laterales y el fondo también me pude apañar, y la parte frontal decidí  hacerla en cortes.  Si no se supiese que no tenía trozos lo suficientemente grandes, nadie se imaginaría que fue un "apaño", porque en realidad quedó precioso. Además, uno de los cortes lo hice más estrecho y lo cambié de color igualando con la cenefa del bolsillo trasero
Este es un bolso tipo compra, super cómodo y en el que entran multitud de cosas...
Tiene algún que otro defectillo de confección; no está del todo pulido, pero es muy resultón y este cuero en concreto tiene una calidad  buenísima.

El problema más grande es que tras este ya no había vuelta atrás. De los anteriores bolsos que más me gustaban ahora ya no me apetecía ponerlos, y me llevaba este a todos lados.
Y tras este vino otro, y otro, y otro...
ya los ireis viendo!

jueves, 28 de abril de 2011

neceser con bolsillo exterior


La segunda opción fue también una obra pequeñita. unos neceseres  que se reprodujeron en todas las versiones y materiales. En piel, lentejuela negro, lentejuela negro con dorado, lentejuela color cobra... todas tenemos uno!!! con estos también he hecho algún regalito, y resultan perfectos para llevar el maquillaje en el bolso. tiene un pequeño bolsillo exterior, cómodo para unas pincitas.

miércoles, 27 de abril de 2011

el primer bolso de piel

Un buen día en el trabajo, aparecieron unos trozos de piel que tenían un futuro incierto. Lo más probable es que acabasen en la basura, puesto que el uso para el que se habían traído ya había terminado y ¡como no! se me encendió la bombilla.
Como pude coger un trocito, ya me puse manos a la obra.

Papel  y lápiz, trazo por aquí, trazo por allá, tijeras por aquí, un corte por allá...
Mis compañeras me miraban con cara de pócker y me decían que no iba a conseguir nada, puesto que la piel tiene bastantes complicaciones  si no tienes maquinaria especializada, y mi brother doméstica (la que tenía por aquel entonces) no era precisamente ese tipo de "maquinaria" en la que ella pensaban.

Pero mi pequeñita no me defraudó y al día siguiente  no sólo tenía los patrones hechos de lo  que sería mi primer bolso, sino que lo llevé terminado y forrado.
Es este pequeño bolsito rojo, con un forro de flores liberty en rojo con verde sobre fondo blanco.
La cara que se les quedó fue de alucine y de alegría al mismo tiempo, y no tardaron nada en hacerse otros iguales.
Les pusimos un automático para cerrarlo y una cadenita metálica, y es perfecto para llevar a cenar, para ir al cine, o para cualquier ocasión que se preste.
Les puse unas pinzas en las esquinas y esto le da una capacidad mayor de la que en principio puede parecer.
Lo utilizo muchísimo sobretodo en verano, e incluso lo he prestado para alguna ocasión especial.

OS PRESENTO A MI NUEVA COMPAÑERA

Me inicié en esto de la"costura" cuando veía a mi madre coser en casa. Yo siempre estaba dando la lata en la misma habitación que ella recogiendo trocitos que sobraban por el suelo,  "robaba" agujas e hilo para ir uniendo esos trocitos unos a otros, cogía la Barbie de turno y le hacía un modelazo increíble.  Problema!! como le cosía el vestido sobre el cuerpo, al principio nunca conseguía sacárselo sin tener que descoserlo.
Poco a poco  lo que veía como problemas se fueron convirtiendo en retos, y progresivamente descubrí que esto no me ocurría con tejidos elásticos, si utilizaba gomas en las cinturas y todos esos secretillos que llegados a una cierta edad  todos vemos como  lógicos.
De cualquier manera, todavía guardo aquellos recuerdos en cajitas como si se tratasen de alta costura para mis muñecas, y cuando voy al trastero y los veo, me encanta  fijarme en los detalles, y en la imaginación que por aquel entonces yo tenía.
En realidad, sin darme cuenta, siempre se me escapa una sonrisa.

Con los años, las barbies dejaron de interesar y los estudios ocupaban todo mi tiempo.  Sin  embargo, terminando el instituto, mi cabeza tenía una idea muy clara.  Yo no quería ser ingeniero, arquitecto, economista o profesora. Lo que yo siempre quise es estudiar diseño de moda y gracias al apoyo de mi familia,  (e indudablemente de mi madre, que fue el apoyo económico) he podido hacer lo que siempre quise y lo logré.
Ya antes de terminar los estudios, pude combinar el horario con un trabajo en una empresa de punto, y terminar los cursos de diseño, y además de patronaje, algo que considero imprescindible para poder realizar cualquier tipo de ocurrencia de las que a mi me pasan por la "azotea"

Después de hacer algún modelito para mi y alguna amiga, y  participar en algún que otro concurso relacionado con el tema, mi madre decidió que necesitaba una máquina de coser  y me regaló una.  Una brother doméstica que me ha sido fiel hasta el final. No se ha roto no, pero la pobre iba  a terminar quemándose con las cositas que hacía en ella, y además se me presentó una buena oportunidad.
El año pasado, y tras pocos profundos pensamientos, vino la hermana mayor. Fiel a la marca  que por ahora no me ha dejado tirada, vino la máquina industrial (con una serie de ventajas que no considero necesarias explicar)  que me facilitará  y permitirá hacer las cosas más rápido y mejor.

En adelante, me gustaría enseñaros todo lo que se puede hacer con un buen trozo de piel, tela o lo que se tercie, porque uno de mis mayores defectos, es que soy muy cabezota, y como algo se me meta en la cabeza... tiene que ser y hasta que lo consigo no paro!!

Espero que os guste lo que hago.