miércoles, 27 de abril de 2011

el primer bolso de piel

Un buen día en el trabajo, aparecieron unos trozos de piel que tenían un futuro incierto. Lo más probable es que acabasen en la basura, puesto que el uso para el que se habían traído ya había terminado y ¡como no! se me encendió la bombilla.
Como pude coger un trocito, ya me puse manos a la obra.

Papel  y lápiz, trazo por aquí, trazo por allá, tijeras por aquí, un corte por allá...
Mis compañeras me miraban con cara de pócker y me decían que no iba a conseguir nada, puesto que la piel tiene bastantes complicaciones  si no tienes maquinaria especializada, y mi brother doméstica (la que tenía por aquel entonces) no era precisamente ese tipo de "maquinaria" en la que ella pensaban.

Pero mi pequeñita no me defraudó y al día siguiente  no sólo tenía los patrones hechos de lo  que sería mi primer bolso, sino que lo llevé terminado y forrado.
Es este pequeño bolsito rojo, con un forro de flores liberty en rojo con verde sobre fondo blanco.
La cara que se les quedó fue de alucine y de alegría al mismo tiempo, y no tardaron nada en hacerse otros iguales.
Les pusimos un automático para cerrarlo y una cadenita metálica, y es perfecto para llevar a cenar, para ir al cine, o para cualquier ocasión que se preste.
Les puse unas pinzas en las esquinas y esto le da una capacidad mayor de la que en principio puede parecer.
Lo utilizo muchísimo sobretodo en verano, e incluso lo he prestado para alguna ocasión especial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario